El tratamiento con Plasma Rico en Factores de Crecimiento (PRGF “Plasma Rich in Growth Factors”) es el más novedoso sistema de rejuvenecimiento, basado en la regeneración celular de los tejidos de la cara, cuello y escote. Este sistema está actualmente en pleno desarrollo lográndose efectos extraordinarios basados en la bioestimulación y formación de colágeno tipo III.

 

 

 

 

 

 

            Para la obtención del plasma rico en factores de crecimiento se realiza una extracción de sangre del propio paciente y se separan las fracciones plasmáticas mediante centrifugación. A continuación se inyecta el “PRP" vía mesoterápica en las zonas a tratar, logrando acelerar y estimular la regeneración de los tejidos.

 

 

 

¿Qué zona puedo tratar?

 

            Normalmente se utilizan para la piel del rostro, cuello, escote y cuero cabelludo (estimulando el nacimiento de nuevo cabello), sin embargo pueden utilizarse en diversas zonas, dándonos la opción de emplearlos para la flaccidez corporal (por ejemplo en la zona de los tríceps), para tratar la celulitis y mejorar la apariencia de las estrías.


 

 

 

    La realidad es que esta técnica nace para la reconstrucción de tejidos incluyendo usos en ortopedia, traumatología y rehabilitación.

 

 

            En los últimos años se descubrió que en la pared de las plaquetas se encuentran unas proteínas que presentan un altísimo poder regenerativo para el tratamiento de lesiones músculo-esqueléticas.

 

 

            El PRP es actualmente el procedimiento más utilizado en el mundo entero para el tratamiento regenerativo de lesiones articulares y tendinosas, artrosis, patología del manguito rotador en el hombro, los llamados "codo de tenista" (epicondilitis) y "codo de golfista" (epitrocleitis), esguinces crónicos, tendinitis del talón de Aquiles, tendinosis rotuliana y pubalgia son algunas de las dolencias que también pueden tratarse con este método.

 

 

           

 

 

         Tras la aplicación el paciente tendrá una respuesta inflamatoria en el lugar donde se colocó la sustancia (habitualmente el sitio de la lesión). Esta inflamación puede generar molestias en los días posteriores que son normales, ya que es justamente esa respuesta inflamatoria la que permite que los tejidos se regeneren.