Las varices son dilataciones anómalas de las venas debido a la incapacidad de la pared venosa para mantener su función e impulsar la sangre hacia el corazón.

 

 

    Además del inesteticismo que representa puede originar complicaciones como flebitis, trombosis, úlceras, hiperpigmentaciones, éxtasis sanguíneo que ocasionará pesadez, hormigueos, etc.

 

 

             Para su tratamiento existen en la actualidad diversas técnicas, si bien ninguna de ellas puede curar el problema de base, que es la insuficiencia de las venas para mantener el tono en sus paredes, es decir podemos tratar el síntoma, la variz, aunque podemos intentar prevenirlo con el conjunto de medidas higiénico-dietéticas y farmacológicas que aconsejamos al paciente. 

 

 

       

En el tratamiento de las pequeñas varices realizamos la técnica de la esclerosis, que consiste en la inyección entro de la variz de un líquido, llamado esclerosante que produce una reacción inflamatoria controlada en las paredes internas de la vena enferma, con fibrosis y unión de las paredes de la misma ocasionando su obliteración y por tanto la desaparición de la variz como tal, es decir la vena queda anulada y la sangre circulará por venas sanas que impedirán el éxtasis mejorando la circulación y oxigenación de los tejidos periféricos.

 

 

                  El paciente después de realizar la primera sesión de aproximadamente 30 minutos, se marcha a casa con una media de compresión media o fuerte, que cubra la zona tratada. El tratamiento no es doloroso, ni molesto y el resultado se aprecia pasados unos días.